Polígonos de Amor 1
Los destinos de dos integrantes de Fernobite se entrelazan en esta atrapante crónica espacial. ¿Lograrán vencer a los malvados Ngons, o destruirán estos el lazo entre los aventureros?
POLÍGONOS DE AMOR
Gato Cohete
8/20/202410 min leer



La historia de este fanfic es ficticia, cualquier relación con la realidad, blender o UVs es mera coincidencia.
En una dimensión paralela, donde la tierra dejó de ser lo que fue al ser invadida por los NGONS (unos seres con caras de más de cinco vértices y algunas separadas de sus cuerpos), se encontraba una estación espacial, de las pocas utilizada por los últimos seres humanos como taller para reparar las naves averiadas. Así comienza la historia de Nessy, una mecánica sobresaliente dueña del taller y Gato Cohete uno de los mejores pilotos espaciales.
¿Qué son los NGONS?






Gato Cohete
Introducción

Gato Cohete se encontraba peleando en una carrera espacial contra un grupo de Ngons. Lo tenían a pique surcando meteoritos intentando zafar de ellos. Su nave había sido golpeada y bastante dañada, pero él no se daba por vencido. No estaba listo para morir y menos sin haber visto todas las estrellas del espacio.
Capítulo 1
Primeras órbitas compartidas


Le quedaba solo un Nitro por usar, que no iba a durar por más de unos segundos debido a que la energía de la nave estaba bajando a un ritmo veloz. El daño al núcleo central era demasiado grande como para poder mantenerse a flote por mucho tiempo. Sabía bien él que a unos metros se encontraba un taller espacial, sólo necesitaba usar el nitro en el momento justo para perder en el camino a los NGONS que le pisaban los talones. La alternativa que tenía para llegar era bastante peligrosa, llena de obstáculos, no le quedaba otra que pasar por una lluvia de asteroides y lanzar el nitro al salir por un costado de esta a una súper velocidad y así poder escapar.


El estaba preparado, había logrado mantener unos metros de distancia, solo necesitaba separarse apenas un poco más. Estaba en desventaja, pero no había viajado tanto para morir de una forma tan débil y penosa. Fue todo en un segundo, vio un asteroide un poco más separado del resto y decidió usarlo como carnada, era su momento, posiblemente su única chance. Sin dudarlo subió unos metros de la nada misma y como pudo dobló para el costado y lanzó la super velocidad logrando salvarse por un pelo.
Gato Cohete había logrado superar la muerte por primera vez, y no por última.


Ahora estaba en otro problema, su nave estaba casi en rojo y todavía faltaban unos metros para llegar al taller que apenas era visible en las lejanías. Tomando las cartas del asunto, prendió las luces delanteras, esperando ser visto como para que le abrieran las puertas y no tener que frenar. Porque claramente si frenaba la máquina ya no iba a poder volver a arrancar.
Para su suerte justo en ese instante, Nessy la dueña del taller, se encontraba haciendo una limpieza de la estación, habiendo dejado la entrada despejada ante esto.
Gato Cohete estacionó la nave con precaución, escuchando con miedo el rugido del motor al parar. Estaba claro que su vehículo espacial necesitaba mucho más que un cambio de aceite, suspirando y viendo como el humo empezaba a salir del capot, descendió del transbordador.
Nessy había visto su llegada y ya se encontraba observando atentamente a Gato Cohete con una ceja enarcada, ella estaba acostumbrada al orden y a lo meticuloso y ver a alguien todo desordenado, mostrando mas de un corte de piel y el pelo corto revuelto era algo que le llamaba bastante la atención.
—¿Eres tú quien puede hacer milagros con las naves? —preguntó Gato Cohete, con una mezcla de curiosidad y respeto.


Él conocía de la existencia de la estación por varias historias que le habían contado halagando a su dueña, varios amigos suyos habían terminado ahí y habían quedado flechados por la mecánica. Nombrándola no solo por su belleza, sino por su inteligencia y amabilidad en explicarles cosas básicas como para poder subsistir periodos largos de tiempo sin necesitar parar en una estación. Algo no muy común, ya que no sólo no quedaban muchos mecánicos, sino que los pocos que quedaban no estaban dispuestos a repartir sus conocimientos.
—Eso depende. ¿Tu nave está buscando un milagro? - respondió Nessy con sus ojos brillando con una chispa de ingenio.


—Algo así —dijo Gato Cohete, sonriendo.


Había algo en la mirada de Nessy, una mezcla de concentración en su astronave y tranquilidad como si ya hubiera resuelto el puzzle de como arreglarla, que la atraía de manera inesperada.
Así comenzó una relación que, al principio, se centraba en la reparación del vehículo.
Gato Cohete, acostumbrado a estar siempre en movimiento y moverse a gran velocidad, no le quedó otra que estancarse en el taller por un tiempo mientras restauraban su nave.

Capítulo 2
Circuitos y Sentimiento
Una semana después de su llegada, mientras Nessy seguía reparando y escaneando apenas terminaba con algo, otro problema surgía en el circuito central. Gato Cohete se acercó con un poco de miedo, no sabía si era buena idea intentar ayudar o si solo iba a entorpecer el proceso. Y con voz temblorosa ante la idea de estar mandándose alguna, dijo:
— Puedo ayudarte con algo?


Nessy levantó la cabeza, y lo observó un minuto. Sus ojos claros chocaron con el marrón chocolate de Gato Cohete, quien al darse cuenta de eso desvió rápidamente la mirada.


— Está bien, pero sigue mis indicaciones. No tengo problema en enseñarte si es que te interesa. - dijo Nessy
Trabajaron juntos en silencio, sincronizándose sin palabras, como si cada uno supiera lo que la otra iba a hacer. Después de un rato, Nessy rompió el silencio, sorprendiendo a Gato Cohete.
—Has estado en muchos lugares, ¿verdad? —preguntó, sin apartar la vista del circuito.


Gato Cohete sonrió.


—Sí, he visto muchos mundos. Cada uno es diferente, pero todos tienen algo en común: siempre hay algo que aprender, algo que explorar. -
—Debe ser interesante. Yo… casi nunca he salido de esta estación.-


Por primera vez, Gato Cohete vio un atisbo de vulnerabilidad en la ingeniera. A partir de ese momento, sus conversaciones comenzaron a ser más que simples charlas sobre tecnología.

Capítulo 3
Armando Conexiones
Las noches en la estación eran largas y solitarias, pero Nessy y Gato Cohete comenzaron a compartir momentos juntos fuera del taller. Empezaron a tomar pequeños descansos en la parte superior de la estación, donde podían ver las estrellas. Nessy, que nunca había tenido un interés particular por el espacio exterior, empezó a sentir una extraña atracción hacia el vasto universo que se desplegaba ante sus ojos, en gran parte debido a la pasión que Gato Cohete ponía en sus relatos.


—¿Cuál es el lugar más hermoso que has visto? —preguntó Nessy una noche, con la mirada fija en el cielo estrellado.


—Hay un planeta llamado BAGD. No es solo hermoso por como es, sino que también todos sus habitantes son únicos y especiales. -


Gato Cohete se tomó un momento para pensar...


Gato Cohete la miró, notando el anhelo en su voz
—Debe ser maravilloso. No puedo imaginar estar en un lugar así.-


Nessy sonrió, imaginando el lugar.
— Tal vez cuando la nave este reparada, te podría llevar para que conozcas. El trato es muy lindo, y siempre hacen sentir especial a la gente nueva, como si fueras parte de la comunidad.-


Nessy no respondió de inmediato, pero el pensamiento se quedó con ella. Esa noche, algo cambió entre ellos, no en forma de atracción romántica, sino de una creciente conexión que iba más allá de la simple camaradería.
Capítulo 4
Asalto Vertical
Fue un mes después cuando paso todo, al mediodía, a la hora de la comida, mejor dicho. Fue ahí que cayeron en cuenta que los NGONS sí habían logrado alcanzar a Gato Cohete en el momento de su llegada, solo que habían esperado a atacar. Las alarmas resonaron en el taller, activando los escudos y advirtiendo de fracturas espaciales, las grietas en el espacio y el tiempo que indicaban la llegada de aquel enemigo tan monstruoso y sádico que era igual a destrucción y caos.
Nessy sin pensarlo ni un segundo fue directo a la acción. Sabía de lo que eran capaces perfectamente y también cómo lograr salvarse de su amenaza. Para eso mismo necesitaba la ayuda de Gato Cohete, el mejor piloto de naves espaciales.
— Podemos usar tu nave? Se que está casi lista, y tal vez tenga que hacerle un par más de arreglos después de esto, no quiero que te sientas obligado a prestármela.- le dijo Nessy a Gato Cohete.


—Obvio que sí, no te voy a dejar sola en esto. - dijo Gato Cohete entrando a su nave tras Nessy.


Una vez en sus asientos y listos para despegar con la nave fue cuando Nessy le contó el plan, y los arreglos extras que le había hecho a la nave sin decir nada.
—El rayo y alcance de disparo ahora tiene una mayor frecuencia, la única forma de hacer un NGON vulnerable es volver su caras de cuatro lados. Hay que darles en sus vértices hasta que eso pase, teniendo cuidado de que no pasen a tener solo tres lados, que ahí se vuelven otro tipo de amenaza. Una vez hecho esto, lanzando el rayo justo a la altura de su pecho, es más que seguro que muera. - Le dijo Nessy.


Gato Cohete se quedo frío ante el descubrimiento, sabía que se estaban buscando formas de superar a los NGONS pero no sabía que ya directamente había una respuesta a eso. Sin pensarlo fue directo a la acción.
No eran muchos en sí, y la sorpresa de su llegada ya no era un problema, estaba lista para combatir a las criaturas.
El vehículo espacial ahora tenía una velocidad alucinante, claramente Nessy hizo más que unos simples arreglos, ahora era el cuádruple de rápido y por lo que había contado tenía mucha más potencia de disparo. En un segundo Gato cohete se acercó al primer Ngon, disparándole antes de q pudiera atacar dos veces, una en su quinto vértice, eliminándolo completamente y otra justo en el pecho, haciendo que explote en mil pedazos. Y así siguió por un par de minutos, pero ya los Ngons no eran una amenaza letal para ellos, su nave era mucho más rápido que ellos y Gato Cohete era un piloto lo suficientemente hábil como para poder con su amenaza rápidamente.
—¡Ten cuidado, uno se acerca por el costado!- gritó Nessy, advirtiendo la posibilidad de un golpe para así mantener la estabilidad.


El ataque del Ngon fue cubierto por suerte por los escudos, y antes de que pudiera volver a atacar Gato Cohete fue directo a la acción, volviéndolo miles de partículas espaciales.
—¡Ganamos!- grito Gato Cohete emocionado.


Habían logrado exterminar a todos los Ngons que los habían atacado, habían logrado superar una de sus mayores pruebas. Gato Cohete estaba fascinado con el descubrimiento de Nessy, y la ayuda y aporte que le había dado, era una respuesta enorme a todos los problemas espaciales que tenía.
Juntos volvieron a la estación espacial, fortaleciendo aún mas los lazos en su relación que estaban construyendo a partir del trabajo en equipo que habían hecho ese mes, y ese día en especial.
Continuará...
Estén preparados para más Nessete. ¿Surgirá la semilla del amor? ¿Seguirán simplemente en una relación amistosa? ¿Qué aventura tendrán ahora?
Lo veremos próximamente en Polígonos de Amor...


Próximamente el tomo 2 de esta novela de ciencia ficción: